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Activistas que apoyan a migrantes en el noroeste de México quemaron una piñata representando la figura del presidente estadounidense Donald Trump, en protesta por los prototipos para una barrera que el mandatario planea construir en la frontera entre ambos países.

La quema del muñeco alude en el simbolismo mexicano a que "si te portas mal, te vas a ir al infierno", explicó a la AFP el activista Sergio Tamai.

Los ocho prototipos para la gigantesca muralla que Trump prometió construir a lo largo de más de 3.000 kilómetros de frontera fueron presentados el jueves pasado en San Diego por la autoridad migratoria.

Los prototipos, construidos por seis empresas, superan en altura al muro fronterizo que existe actualmente y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos informó que los evaluará por sus capacidades para evitar que sean escalados, penetrados o atravesados por un túnel en tierra.

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Tamai, dirigente de la organización de apoyo a migrantes Ángeles Sin Fronteras, arribó en compañía de otros activistas al polvoriento barrio Nido de Las Águilas, ubicado en el sector Mesa de Otay al este de Tijuana.

Justo frente al lugar donde se construyeron los muros, que del lado mexicano son custodiados por agentes de la policía federal, quemaron el muñeco de cabello amarillo que con el fuego se hizo negro y acabó convertido en cenizas.

"Es un rechazo, un repudio simbólico, de que rechazamos este tipo de muros", expresó con molestia Tamai.

Otra activista de la misma organización, Lourdes Lizardi, lamentó que se crea que con uno de estos muros se va a detener la migración.

"Por el contrario, nos preocupa porque ahora van a orillar a nuestros hermanos migrantes a irse por zonas más peligrosas, van a generar más muertes", declaró mientras uno de los protestantes ondeaba una bandera de México frente a los prototipos de concreto y metal.

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Los manifestantes intentaron colocar unos letreros de lona con el mensaje "Trump no pagaremos tu muro", pero los policías federales lo impidieron argumentando que no tenían permisos.

"Fueron unos 4 millones de dólares (invertidos) en los prototipos, ese dinero bien pudo utilizarlo en buenas cosas", declaró Tamai.

Algunos migrantes que participaron de la protesta cortaron cartulinas que tenían impreso el rostro de Trump.

"Quienes vivimos en la frontera tenemos buena armonía con nuestros vecinos, pero con ese tipo de acciones el presidente de los Estados Unidos solo levanta un odio en contra de los Estados Unidos y queremos que rectifique", concluyó Tamai durante la protesta.